Combate Naval de Iquique
     
 

Combate Naval de Iquique, enfrentamiento bélico entre buques de chile y de Perú, que tuvo lugar el 21 de mayo de 1879, durante la ¨Segunda Guerra del Pacífico¨, en las costas de la actual región  de Tarapacá, en las inmediaciones de la ciudad portuaria de Iquique.
            Ese día, en la rada de Iquique, aproximadamente a las 7 horas de la mañana, el vigía de la corbeta Covadonga gritó dando la señal de que se acercaban los acorazados peruanos Independencia y Huáscar, al mando de los comandantes Juan Guillermo Moore y Miguel Grau, respectivamente.
             El comandante chileno de la Covadonga, Carlos Condell Maza, comunicó por medio de señales al Capitán de la Esmeralda, Arturo Pratt, la llegada de los monitores peruanos al puerto de Iquique. El combate propiamente dicho comenzó una hora y media después del primer avistamiento, cuando la Esmeralda luchaba en una contienda desigual contra el Huáscar y la artillería del puerto de Iquique en tierra firme, mientras que la Covadonga hacía lo propio contra el Independencia. Una media hora antes del medio día, el Huáscar espoloneó a la débil Esmeralda. El Capitán Arturo pratt ordenó el abordaje, acompañado por el sargento Juan de Dios Aldea y otro marinero, pero murieron los tres en la cubierta del barco peruano. En un segundo espolonazo saltaron el Teniente Ignacio Serrano y 12 marineros más, todos los cuales fallecieron.
            Los que siguieron con el combate fueron el Teniente Luís Uribe, quien asumió el mando, y el Guardiamarina Ernesto Riquelme, pero al tercer espolonazo que le propinó el Huáscar, la Esmeralda comenzó lentamente a hundirse sin arriar la bandera chilena. Por su parte, la Covadonga se dirigió hacia el sur, muy cerca de la costa, perseguida por el Independencia, en el sector de Punta Gruesa. Este último, por ser una nave más pesada y de mayor calado, encalló en los roqueríos; de este modo, la Covadonga dio media vuelta y atacó con toda su artillería. Juan Guillermo Moore, ante la inminente derrota, bajo su bandera en signo de rendición. Cuando la Covadonga estaba a punto de someter al Independencia, el Huáscar acudió en su ayuda y lo único que pudo hacer Carlos Condell fue dar órdenes de dirigirse a toda máquina rumbo al sur, en dirección a Antofagasta.