POEMAS

   
   TUS POEMAS    ::   FRASES  ::
 
 
 
 
 
POEMAS MARINOS...

Amor en la distancia

Van y vienen las palabras
tristezas y alegrías,
me vas contando tus cosas
y voy leyendo tu alma.

La noche nos cubre con su manto
y el silencio se apodera de mis labios,
mis manos resbalan en el teclado
y son mis latidos los que te hablan.

Cientos de kilómetros separan nuestros cuerpos
pero no nuestros corazones,
la misma luna miramos y nos sentimos cercanos.

Tener tu compañía, sentir tu amor
¡Es lo mejor que me pasa hoy!

Y este corazón, loco soñador,
sueña con tenerte cerca
¡La ilusión está presente
y la esperanza no se pierde!


Un sueño azul...

Un sueño azul es el paraíso que queremos, donde nuestras almas de niños jueguen entre las olas y el cielo, donde el viento llene de esperanzas nuestro espíritu valiente y lo lleve a navegar por mil puertos. donde el cántico de las musas embriaguen nuestros sentidos y los misterios de la noche me lleven a sus profundidades para descubrir una historia, toda una vida. La estela dejada por hombres valientes es el norte que nos guía y el sueño de libertad nos forjara como Dukes. que las palabras no sean como las hojas que se las lleva al viento sino como el fuego que moldea el carácter de jóvenes guerreros.
                                                       
LOS NAVEGANTES ELEGANTES 02`


Sueño del Marino

Yo, marinero, en la ribera mía,
posada sobre un cano y dulce río
que da su brazo a un mar de Andalucía,

sueño ser almirante de navío,
para partir el lomo de los mares
al sol ardiente y a la luna fría.

¡Oh los yelos del sur! ¡Oh las polares
islas del norte! ¡Blanca primavera,
desnuda y yerta sobre los glaciares,

cuerpo de roca y alma de vidriera!
¡Oh estío tropical, rojo, abrasado,
bajo el plumero azul de la palmera!

Mi sueño, por el mar condecorado,
va sobre su bajel, firme, seguro,
de una verde sirena enamorado,

concha del agua allá en su seno oscuro.
¡Arrójame a las ondas, marinero:
-Sirenita del mar, yo te conjuro!

Sal de tu gruta, que adorarte quiero,
sal de tu gruta, virgen sembradora,
a sembrarme en el pecho tu lucero.

Ya está flotando el cuerpo de la aurora
en la bandeja azul del océano
y la cara del cielo se colora

de carmín. deja el vidrio de tu mano
disuelto en la alba urna de mi frente,
alga de nácar, cantadora en vano

bajo el vergel azul de la corriente.
¡Gélidos desposorios submarinos,
con el ángel barquero del relente

y la luna del agua por padrinos!
El mar, la tierra, el aire, mi sirena,
surcaré atado a las cabellos finos

y verdes de tu álgida melena.
Mis gallardetes blancos enarbola,
¡Oh marinero!, ante la aurora llena

¡y ruede por el mar tu caracola!